Estrasburgo, la otra capital de Francia

Hablar de Estrasburgo es quizá hacerlo de una de las ciudades de Europa con más historia a sus espaldas, y evidentemente, de una de las ciudades de Francia más importantes del país, de hecho, está considerada la segunda ciudad del país, y está a unos niveles económicos y culturales que no tienen nada que envidiar a la todopoderosa París.

Su situación privilegiada entre diversos caminos de ida y venida de toda Europa, ha hecho de Estrasburgo un punto principal de comunicaciones de toda Europa de hace siglos. Además, la proximidad con el Rin, también hace que su puerto sea un importante centro de distribución de toda la Europa central.

Políticamente, Estrasburgo ha sido también una de las zonas más desarrolladas del continente, sede de numerosos órganos de la Unión Europea, y a lo largo de su historia ha ido pasando de manos alemanas a francesas y siendo un punto conflictivo. Pero superados esos momentos de tensión, la capital de Alsacia, se presenta como una ciudad con una gran vitalidad comercial, económica y social, siendo por ejemplo la ciudad con más sedes de bancos y empresas después de París. Un monumento en la plaza de la Republica, donde una madre llora la muerte de sus dos hijos (uno en el ejercito alemán y otro en el ejercito francés) indica esta encrucijada de la ciudad.

Sin duda, la ciudad de Estrasburgo cuenta con multitud de lugares que visitar, combina los encantos de un centro medieval con los servicios de una metrópoli moderna. Consiguiendo ser declarada Patrimonio de la Humanidad, por toda la zona medieval se puede divisar la gran catedral medieval, la llamada Cathédrale de Notre Dame, con una aguja gótica de casi 142 metros de altura, la catedral tardó cerca de 250 años en construirse, terminando las obras en 1439. Si uno es aventurero, puedes subir los 332 escalones de la torre, donde en su alto hay un mirador de la ciudad increíble.

La Eglési Protestante de St-Thomas es la segund iglesia de Estrasburgo, comenzó su construcción en el siglo XII y terminó en el XVI, es básicamente un exquisito edificio de arquitectura gótica alsaciana.

Jardines Botánicos. Como toda ciudad francesa, Estrasburgo cuenta con unas 3.5 hectareas de jardín botánico con más de 6.000 plantas. No apto para declarados alérgicos al polen.

Otras iglesias de la ciudad de Estrasburgo que pueden ser una delicia visitar son: La Iglesia de San Esteban (Église Saint-Etienne), románica), parcialmente destruida en 1944 por los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial. La Iglesia de Santo Tomás (Église Saint-Thomas), en parte románica, en parte gótica, de gran tamaño, con su órgano Silbermann en el que tocaron Wolfgang Amadeus Mozart y Albert Schweitzer. La

Iglesia de San Pedro el Joven (Eglise Saint-Pierre-le-Jeune Protestant), gótica, con su cripta que se remonta al siglo V y su claustro en parte del siglo XI. La iglesia de San Pedro el Viejo (Saint-Pierre-le-Vieux Catholique), neogótica sirve como santuario para varias obras talladas en madera del siglo XV y retablos pintados que provenían de otras iglesias, hoy destruidas, e instaladas allí para mostrar al público. Hay junto a ella otra iglesia de San Pedro el Viejo, la Saint-Pierre-le-Vieux Protestant.

La ciudad de Estrasburgo tiene además numerosos puentes, incluyendo el medieval, con cuatro torres, llamado Ponts Couverts. Cerca de él están las fortificaciones Vauban del siglo XVII, el Barrage Vauban. Otros bellos puentes son el Pont de la Fonderie (1893, decorado, en piedra) y Pont d’Auvergne (1892, en hierro), así como la futurista Passerelle del arquitecto Marc Mimram, sobre el Rin, inaugurado en 2004.

 

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