La vida en la ciudad de París en el siglo XIII

La vida en la ciudad de París en el siglo XIII

Hoy hacemos un pequeño viaje al pasado, y vamos a ciudades renacentistas de las que hablamos hace unos días. Concretamente a la ciudad de París en el siglo XIII. No es una elección al hacer, estamos ante un momento histórico para la ciudad, en que con unos doscientos mil habitantes, se consolida como una de las ciudades más pobladas de toda Europa. Superando en riqueza a las ciudades del norte de Italia y de Flandes, en aquellos momentos las potencias comerciales por antonomasia.

El crecimiento espectacular de la ciudad respondía a varios motivos, entre otros, políticos y culturales. París era la capital del flamante reino de Francia, y entre sus murallas de las ciudades estaba la corte del reino, y los grandes palacios de la aristocracia. También era una nota positiva su emplazamiento, con un río para comunicarse y situada en el centro económico de Europa, cosa que fomentaba también una burguesía rica y potente. En el plano cultural, su universidad atraía profesores y estudiosos de todos los reinos de la época.

El río sena era uno de los ejes de la ciudad, era su principal vía de transporte de salida y entrada de productos, además del elemento que urbanísticamente definía el crecimiento de la ciudad. Por ejemplo, la ciudad estaba dividida en tres grandes zonas:

  • La cité. Esa gran isla en medio del Sena donde se situaba el palacio real y la catedral
  • La zona derecha. Con un bullicio de actividades artesanas, comerciales y entorno al Halles, el mercado principal.
  • La zona izquierda. Con su barrio estudiantil, estaban situados los
    colegios universitarios y la propio universidad.

Los diferentes oficios se agrupaba en barrios, por ejemplo los banqueros sobre el Grand-Pont, los traperos en la calle de los Trapos, los carniceros en la plaza del Chêtelet, los libreros cerca de las escuelas. Tenía su lógica

Aunque existía este gran crecimiento, las calles continuaban siendo extremadamente pequeños y estrechos. Los más grandes, Sant-Martin y el de Sant-Jacques, tenían unos 9 metros de amplitud. Tampoco ayudaba el hecho de que los edificios eran cada vez más altos, algunos llegaban a los 15 metros, por ello la sensación era de unas calles muy estrechas. El terreno dentro de murallas escaseaba.

Además, hay que pensar que en las ciudades medievales, se utilizaba el famosos sistema de drenaje de basura «todo a la calle», cosa que ya os podéis imaginar lo que conseguía en ciudades con tanta población y tan poco espacio. Las epidemias eran algo constante.

La imagen es de la wiki

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2 comentarios

  1. lorena

    me encanta esta pagina pero no pone el comercio

  2. sofia

    hola, en ese texto explica que actividades se realizaban??

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