Sabemos que las idas y las venidas de los diferentes países a lo largo de la historia en muchos casos han conformado fronteras que aunque pasados unos siglos nos parecen «naturales» muchas veces no lo son, y es evidente que la mayoría de fronteras en el mundo responden a criterios más bien políticos y históricos que no a efectos naturales o sociales. Quizá una de las zonas del planeta con fronteras más complejas y que tienen unas formas más sinuosas y llamativas es Europa.
El antiguo continente ha sufrido cambios en sus fronteras y en la organización y propiedad de la tierra des de los tiempos romanos, cuando los soldados que colonizaban nuevas tierras se les daba una porción de tierra, pero quizá una de las zonas más divertidas del mundo es Baarle-Nassau. Para ver esta bonita frontera tenemos que ir al cruce entre los Países Bajos y Bélgica. Allí, en el territorio del Benelux, vemos como Baarle-Hertog posee complicadas fronteras con Baarle-Nassau en los Países Bajos. En total consiste en 24 partes separadas de tierra. Aparte de la parte principal (llamada Zondereigen) localizada al norte de la ciudad belga de Merksplas, hay veinte exclaves en los Países Bajos y otros tres en la frontera belga-holandesa. También hay siete exclaves holandeses dentro de los exclaves belgas. Seis de ellos están localizados en el mayor y el séptimo en el segundo mayor. Un octavo exclave holandés está en Zondereigen.
Como veis la situación es bastante divertida, aunque es evidente que el día a día de la población puede resultar muy entretenido. Sea como fuere, las imágenes de la zona son muy pintorescas, y solo debéis dar una vuelta por las dos poblaciones con el google maps para daros cuenta de los carteles y demás. Realmente, es una suerte que los dos países sean miembros de la Unión Europea, siendo así, no necesitan una frontera física al uso, y tienen total libertad para ir y venir sus ciudadanos.