Lecce es una ciudad de la región italiana de la Apulia, el taco de la bota de la península Itálica, y es capital de su provincia homónima. Lecce es un punto cultural importante en el sur de Italia ya que en esta ciudad se concentran importantes instituciones culturales además de su antigua universidad. Está situada en el centro de la península de Salento y tiene los mares Adriático y Jónico a muy pocos quilómetros. Su economía se basa sobretodo en el turismo aunque su agricultura, con el cultivo de aceitunas y cereales, es también muy importante. Además, la confección de cerámica la ha hecho muy conocida en su país.
Un poco de historia de Lecce
Los origenes de la ciudad se pierden en el tiempo. Se han encontrado restos de pobladores muy antiguos provenientes de iliria. Sin embargo, la fundación como tal de la ciudad se sitúa entorno al año 1200 a.C. gracias a Malennio, un héroe de la guerra de Troya que llegó a la zona, la dominó y creo la ciudad, llamada entonces Sybar. En el siglo III a.C. los romanos conquistaron el territorio y denominaron a la ciudad con el nombre de Lupiae y la dotaron de teatro, foro, anfiteatro y de puerto.
En edad medieval, después de un período de dominio griego, la ciudad fue incluida en el Imperio Romano de Oriente bajo la influencia de la vecina Taranto. Luego llegaron los saracenos, griegos, longobardos, húngaros y eslavos. Los normandos fueron los que hicieron resurgir de nuevo la ciudad convirtiéndola en capital de la provincia. En ella nacieron diversos dirigentes del reino como el último rey normando, Tancredi. A los normandos les siguieron los suevos de Federico II y los Anjou.
En edad moderna, fue Fernando de Aragón quién acogió la ciudad bajo la corona de Aragón. Fue el momento de más riqueza de la ciudad que se convirtió en un puerto comercial importantísimo ya que comerciaba con los griegos, genoveses, venecianos y albaneses, entre otros. En el siglo XV, dada la amenaza constante de los otomanos, Carlos V dotó a la ciudad de una nueva muralla y de un castillo. En el siglo XVII fue cuando Lecce se convirtió en un hervidero de arte a cielo abierto. La ciudad se embelleció con edificios obras maestras del barroco convirtiéndose este arte en barrocco leccese, un barrocco con características propias de la ciudad. Se usava la denominada pietra leccese, una piedra propia de la zona que es muy fácil de cortar.
En el siglo XVIII después de la dominación austríaca y de una breve restauración de la monarquía española, en Lecce toma el poder la nobleza autóctona e inicia una serie de revueltas y cambios que llevaran a la ciudad a unirse al reino de Italia y a formar parte, finalmente, la unidad italiana. Después de esta, Lecce experimentó un crecimiento urbano fuera de la murallas constituyendo nuevos barrio con edificios neoclásicos, neomoriscos y neogóticos.
Lugares que visitar en Lecce
A parte de los yacimientos arquitectónicos como el teatro y el anfiteatro romanos, Lecce guarda innumerables edificios y plazas dignas de merecer una visita.
Empecemos por los edificios religiosos entre los que destacan el duomo de Santa Maria Santissima Assunta, edificio empezado a construir el en siglo XII pero rehecho en el XVII en estilo barroco. Entre las otra cuarenta iglesias diseminadas por todo Lecce destaca la de la Santa Croce construida para celebrar la victoria en la batalla de Lepanto sobre la flota otomana. es el complejo religioso más grande de la ciudad y está construido, como no podía ser de otra forma, en estilo barroco. Entre los conventos, también numerosos, cabe destacar el palazzo Celestini y el monasterio Teatini, ambos barrocos.
En cuanto a construcciones militares destaca por endima de todas el castillo mandado contruir por Carlos V para defender la ciudad de los ataques turcos. También se conservan algunas puertas de las antiguas murallas como las de Napoli, San Biagio o Rudiae. También alguna torre se mantiene aun en pie.
Todos estos edificios rodeados de calles y plazas magníficas por las que vale la pena perderse en una tarde de primavera, mejor, ya que el verano puede alcanzar temperaturas tórridas por estas latitudes.