En Europa hay una tradición bastante acusada de construcción de funiculares. Tanto a nivel de ocio en muchas ciudades, como también para unos intereses puramente industriales, ya que fueron la fuente principal de transporte en muchas construcciones de centrales hidroeléctricas o de carreteras por las zonas montañosas de Europa a principios del siglo pasado. Pero de todos ellos, quizá hay uno que destaca por encima de los demás, se trata del Larchwandschragaufzug, el funicular más grande de Europa, ubicado en las preciosas montañas austriacas de Kaprun, puede subir hasta 60 toneladas de peso.
De hecho, se construyó en el 1952 justamente para dar apoyo con la subida y bajada de material y persona en la construcción de embalses de alta montaña de la zona. En la actualidad está muy bien conservado, y es una de las atracciones turísticas más destacadas de la zona, no es para menos, con su ascensión de 431 metros en 810 m de trazado y por una vía de ancho de 8.000 mm puede llegar a subir hasta a 185 por viaje.
Las fotos del Larchwandschragaufzug son bastante espectaculares, hasta el punto que incluso también realiza la ascensión de autocares enteros que luego continúan su viaje por lo alto del valle. Aunque sea una herencia de tiempos pasados, en Kaprun han sabido conservar el funicular más grande de Europa con modesta pero gracia, dando un valor añadido a una construcción post-industrial que no tendría ningún uso en la actualidad, todo un acierto para paliar los diferentes efectos ambientales del turismo.
De esta forma, se consigue conservar el entorno, y además, no destruir nuevas zonas del valle en la construcción de caminos. Para que se necesita una carretera si se tiene ante uno mismo semejante armatoste capaz de hacer ascender poco a poco a autocares enteros. Todo un éxito tanto de conservación como a nivel de promoción de la zona, y por supuesto, toda una obra de ingeniería.