Lesotho, como muchos de los países africanos, es muy joven, de reciente creación, ya que antes se encontraba en manos de alguna metrópoli europea. En este caso, el Reino Unido controló el país hasta mediados del siglo XX.
Hablemos un poco de geografia
Tal y como dice el título de la entrada, Lesotho es un país completamente rodeado por Sudáfrica. Su territorio es eminentemente montañoso ya que, de media, tiene una altura de 1800 metros sobre el nivel del mar. Esto y que sea cruzado por ríos importantes como el Orange, ha facilitado que se creara una industria de la electricidad importante. De hecho, la principal fuente de ingresos del país es la exportación de energía y agua a Sudáfrica. Aunque el agua es abundante, el país sufre una deforestación extrema y los planes de reforestación no han tenido éxito ya que la necesidad de combustible vegetal para la población es muy alta.
Dado que el país se encuentra a tan altas alturas, es frecuente que haga mucho frío en invierno, llegando a nevar en las cotas más altas. En verano, en cambio, dada la aridez, las temperaturas suelen subir hasta los 30 grados.
Origen del estado de Lesotho
En las primerías del siglo XIX, el rey de los sotho, Mosheoshoe I, fundó un reino que no tardó en entrar en conflicto con los bóers de origen holandés que poblaban las tierras. Ante la guerra, el rey se vió obligado a pedir protección a Reino Unido que mantuvo al país bajo un protectorado hasta el año 1966, año en que Lesotho se independizó.
A partir de entonces, la inestabilidad política se apoderó del país, llevándose a cabo luchas fraticidas entre partidarios de la monarquía y militares que querían dominar el poder. Varios reyes fueron exiliados pudiendo volver al país solo como ciudadanos normales.
La actualidad
En la actualidad Lesotho es una monarquía parlamentaria constitucional. El jefe de estado es Letsie III, nieto del rey Mosheoshoe I e hijo de Mosheoshoe II. La separación de poderes y la construcción de un estado más o menos democrático se produjo a partir del 1993 aunque, según la carta magna, el rey sigue teniendo ciertos privilegios políticos tales cómo nombrar a los miembros del senado.
En el territorio se hablan diversas lenguas. La más extendida es el sotho, seguida por el zulú y el inglés además de algunas más minoritarias.
