Si hablamos de las joyas arquitectónicas mundiales y con más reconocimientos sin duda se nos viene a la cabeza el Machu Picchu, esta ciudad fue construida en su momento por el Imperio Inca, y constituye desde el 1983 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Oficialmente, se encuentra ubicada en Aguas Calientes, Perú, y está a 2430 metros de altura, simplemente una barbaridad que realza aún más la aventura y el tesoro que constituye esta antigua ciudad inca. De hecho, el nombre significa «montaña bella». No exageramos si afirmamos que es el principal centro turístico de todo el Perú.
Actualmente el Machu Picchu se extiende a lo largo de 32.592 hectáreas de terreno, que incluyen además, también elementos de fauna y flora, que en combinación, nos proporcionan uno de los grandes tesoros de la humanidad. Es una de las construcciones humanas más impresionante, tanto por la complejidad de la propia ciudad, como también por el gran reto a nivel de ingeniería que supone la construcción de casas y palacios en un terreno a tanta altitud y en condiciones climáticas tan adversas.
En un principio fue diseñada para refugiar a lo más selecto de la aristocracia inca, así como también a los sabios. Por eso su ubicación era secreta, y fue también uno de los feudos de resistencia contra los invasores españoles durante la conquista del Imperio Inca. Un viaje a Machu Picchu es algo obligatorio para aquellos aventureros que realmente quieran experimentar lo que sintieron aquellos legendarios conquistadores al llegar a tales ciudades, que diferían notablemente de todas las que hasta ese momento podían haber visto o vivido en Europa.
Sin duda, es un destino altamente preparado para los turistas y el turismo en general, por lo que la visita se puede organizar sin mayores dificultades, y contar con todos los servicios y ayuda posible para que nuestro viaje sea de gran calado en nuestra memoria.