Cuando miramos en un mapa, vemos que Bosnia y Herzegovina parece un país sin litoral, encerrado entre su vecino del norte, oeste y sur (Croacia) y sus vecinos del este (Serbia y Montenegro). Sin embargo, si nos fijamos lo suficiente, podemos observar que Bosnia y Herzegovina sí que tiene una pequeña salida al mar, consistente en una estrecha franja de 20 km alrededor de la población costera de Neum.
Neum, la (única) salida al mar de Bosnia y Herzegovina
Esta franja de Neum, tiene doble frontera con Croacia, por lo que divide a ese país en dos territorios separados. Así, para viajar por carretera desde zona de Dubrovnik hasta otra ciudad de Croacia, hay que cruzar por dos veces la frontera con Bosnia y Herzegovina.
Esta curiosidad geográfica tiene su origen en el Tratado de Karlowitz, de 1699. Tras la Guerra Austro-Otomana, se decidió que la República de Ragusa y las posesiones de la República de Venecia en Dalmacia no podían tener frontera entre ellas, y el territorio de Neum, situado entre ambas, se incorporó a las posesiones bosnias del Imperio Otomano. A partir de entonces y hasta nuestros días, el destino de Neum se ve ligado al de Bosnia y Herzegovina.
La Neum de hoy es una población de 4.600 habitantes, de mayoría étnica croata (católica) y que tiene en su salida al mar su principal fuente de ingresos.
Pese a no ser un destino turístico de costa tan conocido o atractivo como Korčula o Dubrovnik, cuenta con la ventaja de tener unos precios más económicos que las localidades vecinas de Croacia, y de evitar trámites fronterizos a los bosnios que buscan algo de mar para sus vacaciones. También son muchos los croatas que se acercan a Neum para comprar productos, como por ejemplo el tabaco, aprovechando que cuestan menos y que generalmente las tiendas aceptan la kuna croata.
