Berlín, capital de Alemania

Hoy os voy a hablar de una de las ciudades más dinámicas social y culturalmente de Europa. Es una ciudad antigua a la par que moderna. Una ciudad que tiene dos almas. No es otra ciudad que Berlín.

Un poco de historia de Berlín

La ciudad se fundó, según diversos testimonios escritos, en el siglo XIII aunque quedan pocos testimonios de esa época. En un principio eran dos poblaciones a lado y lado del río Spree, uno de los dos cursos de agua que atraviesan la ciudad. Una se llamaba Cölln y la otra estava situada en la zona ahora conocida como Nikolaiviertel. Aunque separadas, formaban una misma unidad económica. Tan fuertes eran sus lazos, que no tardaron en unirse formalmente.

La familia Hohenzollern fue la que gobernó la ciudad durante siglos, de hecho hasta el XX, y convirtió la ciudad en la capital de su reino. Primero fue el reino de Brandemburgo y luego, ya con las fronteras más ámplias, el de Prúsia y, finalmente, como Imperio Alemán y Germánico. Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en la capital de la República de Weimar, controlada por los nazis, causa por la cual sufrió intensos bombardeos por parte de la aviación aliada dejándola devastada.

La reconstrucción fue difícil, no solo por la gran destrucción sinó porque la cidad quedó dividida en dos. Una parte era la Capital de la RFA, controlada por los aliados, y la otra era capital de la RDA, controlada por los soviéticos. Para evitarescapadas de los ciudadanos al bando contrario de la urbe, la URSS ordenó construir un muro que dividiera la ciudad en el año 1961. Muro que resistiría hasta su caída hasta el 1989, año en el que se hundió el sistema comunista soviético. Después de este hecho, las dos  mitades de la ciudad, así como las dos Alemanias, se reunificaron.

Lugares emblemáticos en Berlín

Si bien no quedan demasiados lugares antiguos que visitar, en la antigua parte oriental es donde se conserva un pequeño barrio que vendría a ser la zona original de Berlín. Aunque todos los edificios están muy reconstruidos, uno se hace a la idea de como debería ser en tiempos pretéritos.

Se tiene que pasear por la avenida más larga de la ciudad y, probablemente, una de las más largas de Europa: Unter den Linden, que significa literalmente “debajo de los tilos”. Atraviesa toda la ciudad antigua, de este a oeste. Pasa por debajo de la puerta de Brandemburgo y nos lleva hacia el Tiergarten, el parque más grande del continente, verdadero pulmón verde de la ciudad por donde uno se puede perder entre magníficos bosques y serpenteantes arroyos. No parece que se esté en medio de una ciudad.

El Reichstag es el parlamento de Alemania. Destaca la gran cúpula translúcida diseñada por el arquitecto Norman Foster y que es visitable de manera gratuita si préviamente se pide día y hora.

El elemento arquitéctonico que atrae todas las miradas de los visitantes es, sin duda alguna, el muro, o mejor dicho, los pedazos que quedan de él. Hay diversos  por toda la ciudad y se han convertido en un museo de arte al aire libre. Los murales que lo decoran se han convertido en auténticos emblemas de la ciudad, otrora dividida, ahora unida.

Estos son unos pocos de los muchos atractivos de esta ciudad abierta, moderna y cosmopolita, que no deja de sorprender al visitante en cualquier época del año y que guarda una parte muy importante de la historia más reciente.

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