Escenarios de la Segunda Guerra Mundial – Normandia

Escenarios de la Segunda Guerra Mundial – Normandia

Honfleur

Presentación e Historia

Los sabores, los colores, la atmósfera de la famosa ciudad donde el Sena llega al mar, no se deben a grandiosos monumentos o soberbias obras de arte, sino más bien al cuidado y variado diseño de una arquitectura menor de los Siglos XVII y XVIII que, en un laberinto de calles, crea un cuadro lleno de personalidad, capaz desde hace más de un Siglo de atraer a artistas y pintores. La historia de Honfleur está ligada a su estratégico puerto, punto de embarque de los grandes navegantes del Siglo XVI, del cual partían hacia el descubrimiento de nuevos mundos. Entre los ciudadanos más celebres de Honfleur, constan el gran compositor, Eric Satie o el pintor, Eugéne Boudin, uno de los que mejor ha descrito en sus lienzos las infinitas variaciones de los colores y contrastes de luz de los cielos de Normandía.

Visita a Honfleur

En torno al viejo dique, excavado en la segunda mitad del Siglo XVII, situado en el corazón de la población, nos encontramos con Le Vieux Bassin, en un tiempo núcleo más antiguo de la ciudad. En sus calles se alinean estrechas y altas casas de madera o recubiertas de pizarra. En un tiempo se encontraba cerrado por muralla y foso, todavía podemos reconocer alguna parte de ello. El Museé de le Marine, recoge la historia de Honfleur, a través de la evolución del puerto y sus actividades marinas. La Liutenance, es la sede del ayudante del gobernador, fue creada en 1684 al transformar la puerta de Caen. La Iglesia de St.-Étienne, cuya fachada da directamente al dique, construida en 1369 y restaurada en 1432, contiene un pórtico de madera y un campanario digno de admirar. No podemos dejar de admirar el fabuloso puente colgante que une la ciudad de Honfleur con Le Havre, representa una mezcla de modernidad y tradición.

Le Havre

Historia  y Presentación

Más de 8000 hectáreas de superficie total. Con casi 30 kilómetros de superficie de muelles, 1100 hectáreas de dársenas, medio millón de metros cuadrados de centros comerciales, tres estaciones marítimas, un dique de 650 toneladas, una central térmica, 300 kilómetros de vías férreas y 130 de carreteras, eso es lo que encontramos en Le Havre, su puerto comercial e industrial, es el segundo de Francia después de Marsella, pero el primero en tráfico de mercancías. Punto de embarque para Gran Bretaña e Irlanda, hoy tiene unas dimensiones gigantescas, prolongándose sobre la orilla derecha del Sena con imponentes polígonos industriales y refinerías que elaboran el 40% del crudo exportado por Francia. Le Havre fue ocupada por los alemanes en 1940 y destruida en 1944 por la interminable serie de bombardeos y ataques aéreos, su aspecto actual después de su destrucción, se debe al proyecto de Auguste Perret, con magníficos resultados que le otorgaron el reconocimiento de la Unesco la cual la declaro Patrimonio de la Humanidad en el 2005.

Hacia el año 1517, Francisco I, fundo la ciudad, el momento era el oportuno y su enclavamiento el ideal, ya que en ese tiempo eran creadas grandes oportunidades al estar en auge la exploración de océanos y nuevas tierras. Gracias al tránsito de mercaderías entre América y Europa, la ciudad aumento en riqueza y dimensiones, llegando a los 20.000 habitantes. En el Siglo XIX, se produce la gran expansión y Le Havre se convierte en un importante centro industrial.

Visita a Le Havre

Notre-Dame, construida entre los años 1636 y 1638, es la principal iglesia de la ciudad, fue casi devastada totalmente con los bombardeos de 1944. Musée André Malraux, célebre por su colección de obras impresionistas y fauves, en el destacan el conjunto de obras de Boudin y numerosas composiciones de Raoul Dufy. También contiene obras de maestros italianos como retrato de joven orfebre de Bronzio o una, Ascensión de la Virgen, de Tiepodo. El Prieuré de Graville es la iglesia de un antiguo monasterio ligado a las reliquias de Ste.-Honorine, mártir cristiana venerada por los hombres de la mar, fue construido en el Siglo XIII  y transformado después de la Revolución Francesa en cárcel.

A 18 kilómetros al este, se encuentra el pont de Normandía, que une Le Havre con Honfleur y al cual esta diferenciado en la cita anterior, construido en 1994 con 2 kilómetros de recorrido y que desprende un paisaje espectacular, como suspendido sobre los pilares de 215 metros. A dos kilómetros se encuentra el pont de Tancarville, es un escenario de cuento cuando en invierno lo cubre la espesa niebla o una espléndida visión en los días despejados.

Mont-Saint-Michel

Comentario e Historia

No se puede abandonar Normandía si la visita a este » castillo encantado», erigido sobre bancos de arena marina que el sol transforma en una infinita extensión de tonos dorados y plateados. Ante la aparición del solitario monte, transformado por el ser humano en fortaleza y abadía, se comprende toda su leyenda, la fama y la fascinación por esta maravilla de occidente, reflejo del medievo remoto. Según la tradición fue el arcángel Miguel, aparecido en sueños a Oberto, obispo de Avranches en tiempos de los últimos reyes merovingios, quien ordeno la fundación de la abadía sobre el monte Tombe. Era este un islote granítico en forma de cono que la población veía como mezcla de superstición y miedo. El primer edificio, un pequeño oratorio, se construyó en el Siglo VII y se convirtió en núcleo de fieles; tanto, que en el Siglo X fue sustituido por una Iglesia carolingia. Esta a su vez se transformó en entre los Siglos XI y XII en cripta. En el Siglo XIII se levantó el imponente y bello claustro y las estancias para monjes y peregrinos, por sus impresionantes formas fue nominada La Merveille, La Maravilla.

En los Siglos XIV y XV, se añadieron otras dependencias abaciales, entre ellas el alojamiento del abad y de la Guardia real, además de los elementos defensivos que transformaron todo el conjunto en una impresionante fortaleza. El Siglo XV, marco también la decadencia del monasterio; los abades, que eran directamente nombrados por el Rey y gobernaban el conjunto, comenzaron a interesarse mas por las ganancias terrenales y perdieron credibilidad y prestigio espiritual. En los Siglos XVIII y XIV, fue convertido en prisión. Hasta 1874, la abadía y los bastiones no fueron considerados monumentos históricos, en 1877, se construyó el dique que une el islote a tierra firme, evitando de esa manera las mareas. Ya en 1969, un pequeño grupo de religiosos volvió al centro para habitar una parte no visitable de la abadía.

 

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